Me da pudor comentar tus escritos, pero transgresora como soy, no hago caso a los argumentos de autoridad que tienes como crítico literario y ahí te envío un comentario que sentí la necesidad de escribír acerca de esos días de abril, mientras impartía un examen
Mi estimado Pedro
En medio de los ruidos electorales y de las 40 horas de docencia que me obligan a revisar teorías, paradigmas y demás yerbas y de los esfuerzos para que los estudiantes de Nagua entiendan, la lectura de tu libro Uno de esos días de abril, que te agradezco me regalara, significo un espacio de agradables recuerdos, de necesarios referentes, de nostalgia. Y de descubrir algunas vivencias comunes, los que nos hace amigos históricos como dice Raboche que somos el y yo. Yo conocía a Amadeo y a Alfredito
Y ni que decir a los Isa Conde, a Jeannette, pero nunca me tope contigo.
No se gran cosa de géneros literarios y no creo que importe mucho. Me gustó un montón la novela, relatos o el homenaje a la Viuda Pichardo, lo que sea.
Me gustó mucho el trato a los catorcistas. Me sentí incluida. No me gustó eso de que permanecimos allí...”junto a la población civil que nunca nos abandonó” (pág., 93. Segundo párrafo) acaso no era la población civil la principal protagonista? Acaso no fue la participación popular lo que le dio contenido a esos días de abril? Fuimos nosotros los que permanecimos allí. Y fueron algunos que parecían de nosotros los que se fueron. Recuerdas que algunos retornaron arrepentidos de la huida que emprendieron a las embajadas, cuando llegaron las tropas imperiales.
Me gustó mucho el trato a Imbert Barreras. Te citaré a partir de ahora “descendió de la escalera de héroe a la de traidor y vende patria y se prestó a todas las infamias del imperio”. Al no criticar a los héroes y próceres, Imbert Barreras no es el único, como pasa entre nosotros, contribuimos a convertir en “inmaculados” a nuestros próceres, como si no fueran seres humanos con virtudes, defectos y traiciones. Balaguer propuso el modelo elevando a Duarte a la santidad.
De interés para mi es el caso de Hernando Ramírez. Estas seguro que estaba en el Palacio Nacional el día 25? Mis datos son que la hepatitis lo saco de combate el mismo día 24 y que al sanarse no se integró a Ciudad Nueva. Tengo interés en eso, por una diferencia con un viejo amigo, cuya amistad esta resquebrajada como en los mejores años de la lucha interna en la izquierda, que para mi fueron desgarradores.
La descripción del patrullaje de las perreras en los días de revolución, del 24 al 28, me resulto muy clarificadora. Tuve en proyecto un relato sobre esto y no logre plasmar por escrito mis recuerdos alucinados de esos patrullajes, sobre todo el que viví intensamente desde una azotea la noche del 25 Hasta cuando duró ese patrullaje? No lo recuerdo. Y después queremos que los jóvenes conozcan los hechos!
Te reitero mi agradecimiento por el libro, deseo que se venda bien en la feria. Siempre te leo en la prensa digital, aunque agradezco el envió que me haces al correo electrónico. Te dije que me da vergüenza hacer comentarios públicos como a veces lo deseo. Recibe un fuerte abrazo, también para Alfredito, Teresa
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