Anfitrión:
Pedro Conde Sturla
Imagen de texto
al estilo del cine mudo:
La mesa revuelta es un revoltillo cultural
Esta mesa
revuelta pretende ser un revoltillo cultural en el buen sentido de la palabra.
O mejor dicho, un servicio de cultura gourmet para ciertos paladares no
excesivamente sofisticados. La revuelta apunta en un doble sentido:
gastronómico y filosofico, aparte de otros sentidos giroscópicos que no vienen
ahora al caso mencionar.
La cultura, en
general, comprende el modo de vida que identifica a una sociedad, comunidad, un
pueblo. Esto incluye costumbres, creencias religiosas y políticas, organización
económica, vivienda, expresio-nes artísticas y alimentación por supuesto.
Además, sea dicho de entrada, a ma-nera de antipasto: la
cultura no es enemiga del entretenimiento ni del humor. La cultura es o puede
ser entretenida sin ser banal, ame-na e instructiva sin ser superficial,
incluso digestiva y nutritiva y sobre todo baja de calorías. La cultura obesa
no me interesa.
Texto al estilo
cine mudo:
Pellegrino Artusi escribió un libro de cocina y fue
la gloria.
Para muchos puede parecer sacrílego hablar de cultura en
estos términos culina-rios, pero la cultura tiene mucho que ver con la comida,
si no pregúntenle a un escritor italiano llamado Pellegrino Artusi. Artusi
tenía vocación literaria y era, además gastrónomo. Publicó un libro de ensayos
y otro sobre la vida de Ugo Foscoli y pasó desapercibido. En cambio publicó un
libro de recetas de cocina y fue la gloria. La ciencia en la cocina y el arte de comer bien, que así se llama
el libro, se vendió por millares y lo hizo famoso en su época, que fue la del
siglo pasado. El libro recoge un tesoro de recetas, noticias, anécdotas, datos
históricos, observaciones ciéntificas y también se deja apreciar por sus
cualidades literarias, porque Artusi era un finísimo escritor. Así que Artusi
posiblemente es el autor del libro de cocina mejor documentado y escrito. Alta
cocina, alta literatura.
Texto al estilo cine mudo:
Julio
Vega Batlle escribió la novela de la gastrosofía.
En la literatura
dominicana hay una obra de tema culinario que es única en su género. Se trata
de la novela póstuma de Julio Vega Batlle, publicada en l976 por la UCMM. Anadel, la novela de la gastrosofía, así
se llama. En esta obra la erudicción y las referencias gastronómico culturales
son sencillamente apabullantes. Ambientada en la bahía de Samaná, la trama de Anadel es un pretexto para pasar
revista a diferentes estadios gastronómicos, o mejor gastrosóficos de la
humanidad. Arranca desde los griegos y romanos, pasando por la edad media, el
renacimiento y la época moderna, e incluye por igual a oriente y occidente.
Filosofía y
gastronomía, de la mano con una gran dósis de humor, así es la obra de este autor, que tambíen escribió dos de los
cuentos más celebrados de nuestra literatura: El tren no expreso y El
espejo ustorio.
Por asociación de ideas me viene a la mente otra novela
vinculada a la cocina, esta vez de la mejicana Laura Esquivel. Cada capítulo de
esa novela titulada Como agua para
chocolate, comienza con una receta de cocina y así se desarrollla. Laura
Esquivel tuvo la suerte de estar casada con un magnífico cineasta que tradujo
bellamente su obra a la pantalla y de aquí su justa fama, la de la novela y la
de la película.
Texto al estilo
cine mudo:
Cayo
Claudio Espinal se dió banquetes de aflicción.
.
Como los poetas no pueden estar ausentes de esta mesa
revuelta, hay que mencionar a Cayito
Claudio Espinal., oriundo de Macorís del norte. Este talentoso poeta, de
complexión afable y temperamento delgado, ganó el premio Siboney de literatura
1978 con su poemario Banquetes de aflicción, uno de los mejores textos
experimentales de su época
Su amigo y mentor, Manolito Mora -el Serrano-, especie de
anillo al dedo, es otro que no disimula por cierto el amor por la poesía y la
comida bien servidas.
Y qué decir de Alexis Gómez Rosa. Conmovedora, en verdad, es
la pasión de este poeta . Aquel muchacho que a finales de los años sesenta
comenzaba a ser gordo, nunca tuvo dudas respecto a la vocación que le había
sido asignada: Desde temprana edad se dedicó al ejercicio de las letras y a la
gula. El autor de Adagio cornuto,
una de las mejores voces de la diáspora newyorquina, escribe a menudo poesía
pantagrúelica, con cierta grandeza barroca subvertidora y una glotonería verbal
desembozada (pariente cercana, por cierto, de la adjetivación gourmet de
Enriquillo Sánchez).
A este grupo se suma el poeta sumo Federico Jóvine Bermúdez,
quien puso por título a su última entrega Ardiente
pasión por la palabra. En la portada y contraportada también declara el
poeta su ardiente pasión por su efigie, y a juzgar por la efigie, su ardiente
pasión por la comida. Además, este libro contiene textos que ni la iglesia ni
el papa aprobarían. Léalo a su propio riesgo.
Texto al estilo cine mudo:
El
carácter obeso puede ganar y perder peso
La duda es una parte muy importante de toda la tradición del
pensamiento occidental. Con la duda se indaga; sin la duda estaríamos
paralizados o inhibidos para usar la gran herramienta del pensamiento lógico:
el por qué de las cosas. Sin embargo hay personas a quienes su propia
ignorancia las lleva tan lejos en su necesidad imperiosa de proclamarse el
ombligo del mundo que de nada dudan si se trata de algo que concierne a su
propio juicio, su actividad, su manera de ser, su propia vida y sobre todo su
vida de relación…
Son
personalidades atrofiadas por exceso. Sufren de una especie de obesidad del
carácter. La exuberancia agresiva, la exsudación de esas personalidades ofende
y sobre todo cansa..Todo lo refieren a sí mismas, no importa si se habla de
astronomía, de medicina, de religión o deporte. Todo empieza en ellas y va a
parar a ellas.
Estos seres extrovertidos, impulsivos, son incultos aun
cuando puedan tener una inteligencia natural. Y esa inteligencia básica los
hace comportarse con inmodestia tambien natural, fruto de triunfos inmediatos o
fáciles, y productos casi siempre de la inhibición de otros ante sus
personalidades excesivas -castrantes- más que por méritos propios. Tienen
necesidad constante de autoafirmación que puede ser originada en mecanismos
encubridores de complejos muy hondos y no menos complicados.
Texto al estilo cine mudo:
Ni la sombra de
una duda
Los mecanismos de
que se valen suelen ser una combinación de terrorismo verbal y de aventurerismo
de juicios. Al ser imperativos,
dominantes, intransigentes, excesivos -obesos de la voluntad- pulsean con todo
lo que los rodea para convertirse en padrinos o madrinas de patio, poniendo
bajo su protección a personalidades
débiles y pusilánimes. Su opción real es
su capacidad de trasvase allí donde encuentren un vacío o una forma cualquiera
de debilidad o de incompetencia. Pero su triunfo dura lo que dura el enfrentamiento
con personalidades equilibradas, sobrias, que no requieren ser protegidas ni
prohijadas porque disfrutan de su propia estimación sin que ésta necesite en ningún caso ser
excesiva.
Intrigantes medulares por definición, residentes a
perpetuidad del chisme, no resisten sin embargo la menor crítica sin que eso
los convierta en sujetos de odio. Se dan a conocer cuando tratan de imponer su
prepotencia, sin que los sobresalte ni la menor sombra de duda.
Créditos en angulo inferior
izquierdo de la pantalla
Prof. Ma. T. Quidiello
De la obesidad del caracter:
Apuntes de un retrato no complaciente de un
prototipo de la no convivencia.
Texto
al estilo cine mudo.
Ideas en circulación
Cada persona puede morirse
una vez sola, que se sepa, pero las bombas nucleares almacenadas permitirían
matar a cada ser humano doce veces.
Este mundo
enfermo de peste de muerte, que mata a los hambrientos en lugar de matar el
hambre, produce alimentos que alcanzarían, y de sobra, para dar de comer a la
humanidad entera. Pero unos mueren de hambre y otros de indisgestión
Eduardo
Galeano
Ser como ellos y
otros artículos
La mesa revuelta volverá otro día. Gracias por
la compañía.
pcs, 13/08/1997
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