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sábado, 6 de noviembre de 2021

Meditaciones morales (1)

Pedro Conde Sturla

5 noviembre, 2021


En aquellos años felices en que el país se convertía en la Meca de miles de refugiados, no sólo repuntó la economía, no fue sólo una época de progreso material sino también espiritual, cultural, intelectual, literario. Una verdadera especie de renacimiento. La literatura y las artes plásticas florecieron como nunca habían florecido en el país. Los poetas cantaban a Trujillo, las poetisas cantaban a Trujillo, los estudiantes dedicaban sus tesis a Trujillo. Todos querían a Trujillo. Todos se turnaban para mostrar su lealtad y su amor a Trujillo.

sábado, 18 de septiembre de 2021

La excepción y la regla (2)

Pedro Conde Sturla

17 septiembre, 2021

El grupo de viajeros ha llegado con anticipación al puesto Han y el cargador está agotado, al borde del colapso, pero el comerciante se atribuye el mérito. Desborda energía, entusiasmo, soberbia. Se ve a sí mismo como el hombre fuerte del grupo. En su visión darwiniana de la sociedad, el cargador y el guía no son más que unos seres debiluchos y sin iniciativa propia, “¡Miserable chusma!”. En cambio él consigue todo lo que se propone.

sábado, 24 de julio de 2021

La redención de la deuda

Pedro Conde Sturla

23 julio, 2021

Firma del tratado Trujillo-Hull

Cuatro meses después de haber resucitado de entre los muertos, la bestia se encontraba en Washington. La operación de ántrax había sido un éxito, aunque el paciente había estado a punto de morir, y ahora se encontraba en la capital del imperio, firmando el tratado Trujillo—Hull. La misma bestia se había nombrado Embajador extraordinario en misión especial, un cargo que le daba potestad para firmar el documento, y asistió puntualmente a la ceremonia, que se efectuó el 24 de septiembre de 1940. Para estar presente había hecho un esfuerzo sobrehumano, o mejor dicho bestial. Dice Crassweller que todavía no estaba físicamente recuperado y que bajo su camisa de cuello alto se disimulaba el vendaje que cubría la herida. Había sufrido, recientemente uno de sus recurrentes ataques de malaria y bajo cualesquiera otras circunstancias no habría abandonado su cama y que su debilidad era visible en la inusual firma que estampó en el documento. Ese fue —dice Crassweler— probablemente el cenit de su carrera, el punto más alto que llegara alguna vez a alcanzar como estadista.

sábado, 1 de agosto de 2020

Besos de fuego

Pedro Conde Sturla
03-08-2020 


A mi agradecida lectora y ex alumna        
Nadia Mirqueya Barinas Soñé


El beso, óleo de Gustav Klimt

En una fabulosa película de Giuseppe Tornatore —todo un poema fílmico titulado "Cinema paradiso"—, se cuenta la historia de un cine que es un poco la historia de un pueblo de Sicilia llamado Giancaldo. También es la historia del proyeccionista del cine, que se llama Alfredo, y la de un niño que se convertirá en su ayudante y cuyo nombre se pronuncia Totó, aunque en italiano no lleva acento y puede dar lugar a confusiones.

domingo, 16 de febrero de 2020

Shane, el desconocido

Pedro Conde Sturla
9 de marzo de 2015 | 12:08 am 
Hay quien dice que “Shane, el desconocido”, es el mejor western, la mejor vaquerada de la historia y no creo que sea cierto ni quiero que lo sea, pero es una de mis favoritas. La veo con los ojos de la infancia y con los del hombre maduro que está a punto de pudrirse y sigue siendo una de mis favoritas.
La trama, basada en la novela de Jack Schaefer, un autor muy prolífico, se desarrolla “en el pequeño valle de Wyoming en el verano de 1889” y reproduce, desde luego, todos los valores y lugares comunes de la ideología del western: la lucha entre el bien y el mal que ganarán los buenos y perderán los malos. La excepción como regla, diría Bertolt Brecht. Los malos son casi siempre indios o blancos feos que visten no casualmente de negro:
“Mientras Shane es un ‘ser’ luminoso y puro (Alan Ladd), el otro pistolero de esta historia adquiere la fuerza de una sombra amenazante. Todo de negro. Con una sonrisa torva. El silencio es su fuerte., el pistolero con el rostro de Jack Palance es la oscuridad, la amenaza, lo que hay que temer…”

“Shane, el desconocido” (o “Raíces profundas” como la llaman en España donde son famosos por traducir entupidamente y echar a perder los títulos de las películas), es pues, como se ha dicho y repetido, la típica obra en que todos los personajes tienen un lugar asignado, un destino, un final previsible. Todo lo contrario de lo que ocurre, por ejemplo, en  “El gran silencio”, ese extraño huevo antológico dirigido por el italiano Sergio Corbucci. En esta cinta fuera de serie (western spaghetti con mayonesa y sauerkraut), el feoculísimo y perverso alemán Klaus Kinsky (más perverso en la vida que en la pantalla) termina cocinando a balazos al buenísimo y bellisímo francés Jean-Louis Trintignant, que interpreta a un mudo.
Pero dentro del esquema habitual lo que interesa es la realización, la puesta en escena de “Shane”, la relevancia de los actores de reparto. En pocas películas tienen los mismos tanta importancia y están tan definidos. En la familia de granjeros que acoge a Shane, destacan tanto el padre como la madre y sobre todo el niño de mirar azorado y ojos inolvidables (el Brandon De Wilde que moriría trágicamente a los treinta años). Jack Palance, por supuesto, impone como siempre su presencia, la de un artista que viviría encasillado como el malo por excelencia, hasta el punto de que le dieron un Oscar por una película en que se parodiaba a sí mismo.
De igual manera resalta el protagonismo de los animales y los elementos paisajísticos. Los animales juegan un papel protagónico, las montañas nevadas juegan un papel protagónico. El lodo es uno de los principales protagonistas. Hay lodo por todas partes desde el principio al final.
El rol de los perros es sobresaliente en todos los sentidos. Hay un perro que no se despega del niño y se convierte junto a éste en espectador del duelo final. Hay un perro que en la más emotiva escena quiere acompañar al amo a la tumba. Hay otro perro en el escenario del duelo final que intuye que las cosas se ponen feas y se quita rápidamente, cómicamente del medio.
Protagónica es la presencia del ciervo, si es un ciervo, en la primera escena, y de vacas y caballos en la parte mejor lograda del film desde el punto de vista de la sintaxis, de la composición cinematográfica. No se trata del duelo final sino de la pelea entre Shane y su amigo granjero en presencia de su esposa y el hijo. El incidente inicia cuando Shane,  parado en el umbral de la puerta  de  la cabaña de troncos trata de impedirle, y le impide, marchar hacia una muerte segura, a un enfrentamiento a tiros. El primer golpe, un golpe de granjero, saca a Shane del ambiente casero y la pelea continua su curso en el exterior, pero la cámara no los acompaña, se queda con la madre y el hijo que observan angustiados desde una ventana y luego desde otra, sin que el público pueda darle seguimiento a la acción más que a través de los relinchos despavoridos de los caballos.

Al cabo de unos breves segundos de espera interminable, sale por fin la cámara al patio y allí registra la escena en toda su brutalidad, situándose entre las patas de un caballo que se encabrita y relincha, una brutalidad acentuada más aún por otros caballos y vacas que en sus respectivos corrales dan muestra de la misma desesperación que provoca el pugilato que va perdiendo Shane. Dos de los animales logran saltar la barda. Shane pone fin a la contienda con la cacha del revolver.
Del duelo final Shane sale herido, nunca sabremos si mortalmente, pero está herido, lo estaba desde el principio de la película, desde antes de iniciar. Igual que el actor que lo representa (uno de los grandes suicidas de Holywood), es un personaje herido que no puede escapar de sí mismo.




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sábado, 23 de junio de 2018

DRÁCULA Y LOS AMANTES EN EL LEONOR

   https://acento.com.do/2018/opinion/8579217-dracula-los-amantes-leonor/
  Pedro Conde Sturla

De todas las películas que vi en el Leonor (y fueron muchas), no recuerdo ninguna más libidinosa y escandalosa que “Los Amantes” (1958), ni ocurrencia más graciosa que la que tuvo lugar durante su presentación. Vino al país precedida de mala fama, una suculenta mala fama que abría todos los apetitos, despertaba la curiosidad de los más indiferentes. 

viernes, 15 de junio de 2018

EL TERCER SEXO EN EL LEONOR

Pedro Conde Sturla


En fin, que, como iba diciendo en la entrega anterior, algunas de las películas que vi en el ahora difunto cine Leonor me resultan particularmente inolvidables debido a ciertos acontecimientos que ocurrieron durante la proyección, lo que no quita que las películas sean también igualmente memorables.

sábado, 9 de junio de 2018

El LEONOR (1-3)


Anclado en el recuerdo de la remota infancia está el cine Leonor. Calle Arzobispo Noel de la zona intramuros, entre la 19 de Marzo y José Reyes. Era un cine moderno que vi construir e inaugurar (1956) y después fallecer. Un cine con una pretenciosa fachada en el más puro estilo burdoclásico, con arcada o arquería en el segundo nivel, un cine de primera -eso sí- con balcón y platea, con aire acondicionado, un amplio hall de entrada o taquilla, pasillo para fumadores, asientos retractiles, un cine inmenso que acogía multitudes (o al menos así me parecía).

miércoles, 6 de junio de 2018

Il sorpasso o la gran escapada

Pedro Conde Sturla 
21 diciembre 2115

Es un film emblemático si consideramos las implicaciones profundas de la sicología de los protagonistas, así como la admirable estructura narrativa.

La obra maestra del siquiatra y director de cine Dino Risi comienza “En una Roma desierta de un Ferragosto cualquiera…”. Comienza con un Vittorio Gassman a bordo de una Lancia Aurelia B24 Spider, de la que más adelante hará sentir la bocina o mejor dicho el claxon, para decirlo pedantemente. Una bocina o claxon musical que no dejará de sonar a lo largo y a lo ancho de toda la película.
Ferragosto es una tradicional fiesta italiana que se festeja el 15 de agosto, pero por extensión se llama así a la primera quincena del mes, y para muchos constituye una experiencia ingrata de la que es mejor no acordarse. Coincide con las vacaciones colectivas y el abandono de la ciudad es masivo, los medios de transporte público -trenes y autobuses-, revientan de  pasajeros, la mayoría de los establecimientos comerciales cierran (o cerraban) y si no se han tomado o comprado provisiones, los que quedan atrapados en las grandes urbes pueden pasarla muy mal, incluso pasar hambre.

 Lancia Aurelia B24 spider en CINECITTA

domingo, 28 de enero de 2018

339 Amín Abel Hasbún


Pedro Conde Sturla
19/08/2016

Pericles Mejía, en el papel del Dr. Marino Ariza Hernández, Procurador General de la República, dirige el interrogatorio durante la investigación del asesinato de Amín Abel Hasbún en el etzelente docudrama que dirige Etzel Báez. “339 Amín Abel Hasbún, memoria de un crimen”.
El docudrama, dice un diccionario, o el llamado docudrama de ficción, es un “Género de radio, cine y televisión que trata hechos reales propios de un documental, con técnicas dramáticas”, y me parece que esta definición se ajusta de cuerpo entero a la opera prima de Etzel Báez. Un docudrama de suspenso.