sábado, 26 de enero de 2019

Chapita (7)

26 enero, 2019



Nieves Luisa Trujillo Molina.

La impoluta Nieves Luisa era la estrella de la familia Trujillo, quizás la primera que alcanzó notoriedad fuera del país. Se dio a conocer especialmente en Cuba donde ejerció con mayor éxito su profesión. La profesión de Silveria Valdez, su abuela paterna. Almoina dice en su execrable libelo que era cantonera en La Habana, es decir, prostituta callejera:
“Mujer en sus años juveniles de muy gentil donaire, había conocido los hoteles equívocos de La Habana en su totalidad. Quiere decirse que había estado en la capital cubana dedicada a vida ‘non santa’”.

La cárcel y el cementerio

Pedro Conde Sturla

Mucha gente piensa todavía que a Trujillo hay que agradecerle por su política de obras públicas, el sistema de educación y salud, las buenas escuelas y hospitales, el  bienestar y progreso acumulado en tres décadas de orden.
Eso sucede cuando se pierde de vista lo esencial y se presta atención a lo circunstancial o accesorio, a lo que “depende de una cosa principal o está agregado a ella”.
Lo que se debe a Trujillo es la creación de una cárcel cementerio, un cementerio carcelario, un régimen de horror e iniquidades perfectamente organizado en el cual el orden y el progreso forman parte del mecanismo de represión y la parte visible es solo una fachada, una mazmorra con fachada de relumbrón.
Eso es lo hay que agradecer o aborrecer

sábado, 19 de enero de 2019

Chapita (6 )

18 enero, 2019

Antiguo faro casi centenario sobre el fuerte o fortín San José. Estuvo en pie hasta finales de los años de 1950. 

En comparación con Petán Trujillo, su hermano Héctor Bienvenido, alias Negro, parece haber sido un hombre decente, el más decentemente indecente de los Trujillo.
Alguna vez fue Secretario de Guerra y Marina y sucesor de Chapita en caso de muerte. Era de alguna manera su hermano favorito, o por lo menos con el que mejor se llevaba, y el único que, aparte de él, ostentaba el título de generalísimo, amén de que fue también presidente de la República

sábado, 12 de enero de 2019

Chapita (5 )



José Arismendy “Petán” Trujillo Molina

Diatriba tras diatriba se acumula en el injurioso y jugoso capítulo que José Almoina dedica a la gloriosa estirpe de los Trujillo Molina. Algo que sería indignante si el lector no sospechara que todo o casi todo lo que se dice es verdad o por lo menos merecido. El que queda peor parado de la familia, si acaso alguno queda, es el abominable Petán o Patán Trujillo, un personaje repulsivo que parece haber sido hecho a mano por el más inescrupuloso creador. Un dechado de maldad, el arquetipo del bravucón y cobarde, un engendro, un personaje retorcido y perverso. Un trujillito.

miércoles, 9 de enero de 2019

ODISEA EN EL NORTE DE JACK LONDON

Pedro Conde Sturla


A raíz de la publicación del cuento “La mujer” de Juan Bosch, el ingeniero José Ramón Bonilla Almonte, quien colabora a menudo, involuntariamente, como filósofo y personaje de ficción en estas páginas, me recordó una famosa narración de Jack London, “Odisea en el norte”, donde la relación entre marido y mujer termina de manera más alarmante, primitiva y sorpresiva que en el cuento de Bosch.Bonilla advierte que la narración de London anticipa el cuento de Bosch, sembrando un precedente funesto que lo llena de horror, aunque él no tiene vela en ese entierro.

sábado, 5 de enero de 2019

Chapita (4)



Marcial Soto, el general banilejo que metió preso a Chapita. Fuente externa

El general Marcial Soto, un militar banilejo de pura cepa, recibió en alguna ocasión la encomienda de llevar a Chapita preso a Santo Domingo. Preso y bien amarrado, a lomo de mula, por robo de ganado. Cuando iban a pasar por San 
Cristóbal, Chapita le pidió humildemente por favor a Marcial Soto que lo desamarrara mientras atravesaban esa población porque por ahí tenía una novia y no quería que ésta lo viera en esa situación. El general Marcial Soto lo complació. Chapita posiblemente adoptó en la medida de lo posible una postura digna, miraría quizás con desprecio, quizás con ojeriza, a quienes se fijaban en él y le guardaría un agradecido rencor o un rencor agradecido durante toda la vida al militar banilejo.