14 diciembre, 2012
Leonardo da
Vinci (1452- 1519), considerado justamente entre los grandes genios de la
humanidad, vestía con gran pulcritud, a diferencia de su coetáneo, el divino
Miguel Ángel que nunca se bañaba ni se quitaba las botas por prudencia y olía a
huevos podridos. Era tan gay como Miguel Ángel, pero más refinado: Era al
parecer simpático y gozaba de gran estimación, al contrario de Miguel
Ángel que sufría de fobia social, pero Leonardo nunca pudo igualar su inmenso
legado pictórico, escultural y arquitectónico. Su fama, como artista plástico,
reposa en unas pinturas y en la más famosa de las pinturas que es La Monalisa,
que puede ser el Monoliso, y en su condición de genio, quizás uno de los
mayores genios e ingenios que ha conocido la humanidad. Era, al decir de
Wilkipedia, con palabras que no todas entiendo e invito a buscar en el
diccionario, “pintor, polímata, vezanatomista, arquitecto, artista, botánico,
científico, escritor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista”.
Y era sobre todo bromista, no creía en nada, se burlaba de la religión, de todas
las religiones, y su mayor broma fue la del manto de Turín, un manto que es el
primer daguerrotipo del mundo, siglos antes de que Daguerre inventara el
daguerrotipo. Imprimió el autorretrato de su imagen de anciano en algún metal, lo
calentó y lo imprimió de nuevo en el paño que se supone es la imagen de Cristo, pero es
la broma del gran bromista y genio Leonardo. Igual pintó la Monalisa y
tantas otras pinturas con el rostro de mujer que quería tener. A los
incrédulos, dejo el texto que sigue. PCS.
Hecho a la imagen del creador Leonardo da Vinci |
EL MANTO DE TURÍN
El misterioso
manto de Turín, que por siglos se creyó que era la mortaja de Jesús el
crucificado, y que llevaba la impresión de su cara después de haber sido
cubierto con ella, posiblemente haya sido creada por Leonardo da Vinci usando
su propia cara. Un revelador estudio por Lillian Schartz de la escuela de Artes
Visuales en Nueva York, demuestra con escaneos computarizados que la cara del
manto tiene exactamente las mismas dimensiones que las de da Vinci. El artista
del renacimiento pudo haber creado el “artefacto” utilizando técnicas pioneras
de fotografía y escultura utilizando su propia cabeza.
Ya en 1988,
pruebas de carbón demostraron que el manto es demasiado joven para ser
auténtico. Podría ser originario, como sea, en la era de da Vinci. Se había sospechado
desde hace mucho que Leonardo fuese su creador. Pero pareciera que ahora hay
prueba de ello.
En su libro
“El manto de Turín: cómo Leonardo da Vinci engañó a la Historia”, Oliver Prince
y Lynn Picknet propuso desde 1994 que la famosa impresión de la cara había sido
creada utilizando técnicas fotográficas avanzadas. Da Vinci era familiar con
los principios de fotografía (los cuales eran conocidos antes de las primeras
fotografías hechas en los 1820) y solía hacer experimentos con la cámara
obscura. La imagen del manto parece haber sido creada al aplicarle a la tela
químicos sensibles a la luz, utilizándola como película para proyectar la cara
como un negativo. Experimentos con ésta técnica han producido impresiones
faciales muy similares a la reliquia. Ahora los escaneos por computadora
proveen el eslabón perdido hacia Leonardo. El manto podría ser otro “código da
Vinci”, creado para inmortalizar la cara del pintor.
Se ha
encontrado otro eslabón. Estudios hechos por Oliver Prince establecen que la
cara del manto concuerda con las proporciones de la cara de Jesús en la pintura
Creator Mundi de da Vinci. No hay contradicción en que ambas teorías como
Creator Mundi haya sido pintada utilizando la fórmula de las proporciones de la
cara de da Vinci. Lo mismo aplica para la famosa Mona Lisa, como Lillian
Schwartz demostró ya en los 1980.
Dos
científicos italianos encontraron una imagen coincidente con el rostro de una
persona y las que serían sus manos en la parte de atrás del Santo Sudario de
Turín, que muchos creen fue un manto sagrado con el que fue sepultado Jesús.
El
descubrimiento de la imagen -revelado por uno de los investigadores- en la
parte posterior de una tela de lino que coincide con la cara que adorna el
frente, probablemente reiniciará el debate en torno a si el sudario es
auténtico o si sólo se trata de un hábil fraude medieval.
“El hecho de
que la imagen está en los dos lados hace difícil cualquier falsificación”, dijo
a Reuters el profesor Giulio Fanti de la Universidad de Padua.
Los hallazgos
de Fanti y Roberto Maggiolo, ambos del departamento de ingeniería mecánica de
la universidad, se conocieron esta semana en una publicación del Instituto de
Física de Londres.
Fanti dijo que
el descubrimiento apoyaría a aquellos que sostienen que la tela es genuina.
El sudario,
una de las más sagradas y disputadas reliquias cristianas, es un trozo de lino
de unos 4,4 metros de largo y 1,1 metros de ancho.
Apareció por
primera vez en Francia en el siglo XIV y se conserva en la ciudad italiana de
Turín desde 1578.
Por más de 600
años se mantuvo el debate acerca del origen de la imagen de un hombre alto con
barba y marcas de crucifixión, que se puede ver en el frente del sudario.
Durante años
los expertos dijeron que encontraron rastros de sangre, polen y tierra
característica de Jerusalén, donde los cristianos creen que Jesús fue
crucificado.
Pero hace 15
años tres laboratorios independientes dijeron que las pruebas de carbono
indicaron que el sudario no podía ser anterior al siglo XIII o XIV. Los
investigadores concluyeron que el sudario era un engaño creado para alimentar
un enorme y rentable negocio de peregrinación medieval.
Mientras que
el frente del sudario fue estudiado intensamente durante los últimos años, la
parte de atrás permaneció oculta bajo un pedazo de tela cosida por monjas para
cubrir el daño causado por un incendio.
La capa
protectora fue removida en 2002 para ser restaurada y la parte de atrás fue
fotografiada.
Los dos
científicos dijeron que estudiaron las fotografías y utilizaron técnicas
matemáticas y ópticas para procesar las imágenes.
Encontraron
que la cara que puede verse en el reverso del sudario coincide con la del
frente.
“Podemos detectar
la presencia de una nariz, ojos, pelos, barba y bigote en la superficie
posterior que coinciden en lugar, forma, posición y escala con los del frente”,
dijo Fanti.
También
crecieron las especulaciones sobre el autor de esa imagen. Una teoría mantiene
que fue el trabajo de Leonardo Da Vinci, quien fue el primero en crear una
técnica primitiva de fotografía y puso su propio rostro en el sudario.
Más información:
Inscripción vincula tumba en
Jerusalén con Jesús.
Expertos dicen
que caja con inscripción sobre Jesús podría ser genuina. Una de las más
recientes especulaciones sobre el Sudario dice que fue una falsificación de
Leonardo Da Vinci. Y para probarlo muestran los distintos dibujos de Leonardo
en todo su vida, aclaran que el gran parecido con el rostro del Manto es prueba
suficiente de que dichos dibujos y pinturas fueron ensayos del genio del
Renacimiento para después falsificar la reliquia.
Pero si se
analiza bien las imágenes de Cristo que se hicieron tiempo atrás, y que aún
sobreviven, se pueden encontrar imágenes del rostro de Cristo. Algunas tan
parecidas a la imagen original del manto que resulta sorprendente.
Se podría
pensar que Leonardo tuvo oportunidad de analizar el rostro del manto y que, al
igual que los científicos del 1978, no encontró explicación de cómo hicieron la
imagen. Tal vez consideró que era la imagen real de Cristo y se basó en esa
imagen para crear sus pinturas sobre temas bíblicos durante toda su carrera.
Practicó de
muchas maneras, dibujándolo en distintas edades, cuando niño, feminizado
(rostros con características femeninas), de joven, y en distintos ángulos. Lo
que dejó en toda su obra y prácticamente en toda su vida, una gran similitud en
los rostros, principalmente en los rostros femeninos. Simplemente todos los
dibujos de rostros en la obra de Leonardo, sin importar el género o la edad,
fueros adaptaciones del rostro del Manto de Turín.
En muchas
imágenes, de Leonardo Da Vinci, se puede ver el rostro de la misma mujer en
distintas edades. Creo que es la versión del rostro feminizado (con
características de mujer) de la Imagen del Manto.
En 1987 Lilian
Schwartz, trabajando en los laboratorios Bell, analizó varias imágenes de
Leonardo comparándolas unas con otras. El resultado fue que el rostro del
autorretrato del anciano Da Vinci y la imagen del cuadro de la Monalisa son un
solo rostro cambiado.
Estas imágenes
muestran que Da Vinci usaba el mismo rostro en todas sus pinturas y dibujos y
por el gran parecido con la imagen del manto se puede pensar que tomó ese mismo
rostro del Santo Sudario, considerando que era la verdadera imagen de Cristo.
No pretendo
saber el origen del manto, ni cómo se hizo, pero estoy seguro que pueden
existir mejores argumentos que mezclar a Leonardo en un falsificación para
engañarnos a todos. Prefiero pensar que de alguna manera esa imagen es una
representación del cuerpo de Cristo Jesús.
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