viernes, 17 de noviembre de 2017

La otra campana: Rebatiendo lo que otrOs dicen del lenguaje no sexista


Olga Castro Vázquez
olgacastro@uvigo.es


Versión original en gallego publicada en O verbo patriarcal (monográfico número 24, en la revista Festa da Palabra Silenciada). Más información: 
 

Gramática: para los "ignorantos" y las "ignorantas

Anónimo:

        De un tiempo a esta parte está circulando profusamente en Internet un jugoso texto de una anónima  profesora de un instituto público mexicano: “Gramática: para los ‘ignorantos’ y las ‘ignorantas”, que al parecer también está destinado a “chavistas” y “chavistos”.
        A manera de introducción, y para solidarizarme con la distinguida profesora, publico acontinuación el escrito de la profesora anónima:

        Gramática: para los "ignorantos" y las "ignorantas
Yo no soy víctima de la Ley Nacional de Educación. Tengo 60 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política. En el jardín de niños (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil" CENDI ?, mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de "araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña".

jueves, 16 de noviembre de 2017

LA JERGA FEMINISTA

     Pedro Conde Sturla.


      La confusión entre género biológico y género gramatical (sobre la cual Diógenes Céspedes y Ramón Colombo escribieron artículos memorables) se retroalimenta y reproduce cada día generando a su vez confusiones cada vez más confusas que ya van de lo cursi a lo patético y a lo ridículo. El signo de arroba, arcaico y en desuso, rescatado de su miserable condición vetusta, asume rango de posmodernidad y se actualiza en el correo electrónico como pieza imprescindible, pero además se reivindica en términos de gramática bisexual. Escribir profesor@s  resuelve el problema del léxico machista y nos representa a todos(as), hasta ahora. Es decir hasta que un movimiento gay no proponga un símbolo, un ideograma neutro, que no imagino, pero que podrían imaginar los devotos.
Si cada palabra terminada en o es macho, entonces cada palabra terminada en a es hembra, si vamos a escribir jueza y miembra y síndica, empecemos a escribir camarado, comunisto, perredeisto, a distinguir entre oligarcas y oligarcos, entre dentistas y dentistos, por ejemplo. Como no soy hipócrito(a), y por más que jodan las feministas, creo que el lenguaje no tiene bin bin, ni siquiera Bin Bin Laden. La palabra persona no tiene sexo biológico sino gramatical, y si la tuviera habría que hablar de personas y personos. Útero, de género gramatical masculino, es el nombre de cierta parte íntima de las mujeres, la más preciada y preciosa. Próstata, de género gramatical masculino, es el nombre de la intimidad más íntima de los hombres. La clase obrera, por ejemplo, no tiene sexo biológico, ni el distinguido personal docente, ni el público presente. La jerga feminista generaría incordios sintácticos increíbles en base a los cuales un(a) orador(a) tendría que dirigirse a una audiencia(o) en términos(as) de respetado(a) represesentes(as) de las(os) trabajadoras(os) sexuales(os). Por este camino solamente llegamos al absurdo. Televidentes y televidentas. Paréntesis, os, as, us, abro paréntesis, cierro paréntesis. El lenguaje se reduce a una cagada. Hay expresiones sexistas que deben y pueden ser evitadas, expresiones racistas que pueden y deben ser evitadas. Pero en el límite del absurdo, condenar la expresión aguas negras por racista es tan racista como tiro al blanco. Perseveremos(as) en la jerga(o) feminista y supuestamente antirracista(o) y el resultado(a) será más que patético(a) y ridículo(a). Terminaremos todos(as) escribiendo peor que Cuchi Elías(os), lo cual es mucho decir, demasiado decir.

6 de marzo 2002
           

OTRA VEZ LA JERGA

            Pedro Conde Sturla

         En una ocasión escribí un artículo titulado “La jerga feminista” y me dieron una pela de lengua de antología, compadre, lo que se llama una pela de lengua. Hasta barriga verde me llamaron, cuestionaron mi sanidad mental, me acusaron de machista –machista leninista- misógino y frustrado, y además redujeron el tamaño de mi hombría a proporciones microscópicas.
       Juré en esa ocasión no volver a tocar el tema y escribir, por ejemplo, sobre Neruda y la noche está estrellada, y en general sobre otros temas menos espinosos como la podredumbre del poder o la guerra de oriente. Últimamente, sin embargo, decidí arriesgarme de nuevo, meterme en honduras británicas, jugarme el pellejo si es preciso, porque es seguro que muchos(as) querrán despellejarme.
Susi Pola
         Sucede que en días pasados estaba mirando televisión y de repente me desacontece lo siguiente: Escucho a una conocida comentarista hablar de seres y seras humanas, televidentes y televidentas, miembros y miembras de la raza humana, el homo sapiens y la homa sapiensa. Como yo protestara en alta voz me pareció que la comentarista se me quedaba mirando raro, con un aire entre hipopótamo y desapercibido, pero fue sólo un espejismo.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

UN COMENTARIO DE TERESA

Me da pudor comentar tus escritos, pero transgresora como soy, no hago caso a los argumentos de autoridad que tienes como crítico literario y ahí te envío un comentario que sentí la necesidad de escribír acerca de esos días de abril, mientras impartía un examen




LA NOVELA COMO RESPUESTA HISTÓRICA

          Pedro Conde Sturla

Nada vive fuera de la historia, ni siquiera la historia misma, y mucho menos la novela que es un producto histórico por excelencia. Lucaks intuyó su parentesco con la epopeya clásica y estableció la fecha de nacimiento en los albores de la edad moderna. Cortazar, el travieso, corroboró un poco en broma esta tesis cuando expresó en un ensayo: “no se me negará que La Ilíada es un esplendida novela”. Sin embargo, por más que sus orígenes se remonten a la antigüedad, la novela es, en rigor, el más tardío de los géneros literarios, el más maduro, el más complejo y difícil, y el que mejor se presta para analizar, auscultar, diseccionar una época, todas sus épocas. De hecho la novela –casi cualquier novela- puede interpretarse como una especie de respuesta histórica al problema de la identidad y el desarrollo de los pueblos: una respuesta intelectualmente organizada, altamente organizada en la mayoría de los casos.

martes, 14 de noviembre de 2017

LA PATRIA Y EL PUPITRE

Pedro Conde Sturla


 (1)
     Unos artículos memorables sobre las hermanas y maestras Roques Martínez, que publicó recientemente Ángela Peña en el periódico Hoy, tocaron una nota para mi muy sensible: la de mis breves años como alumno del Colegio Santa Teresita en la calle José Reyes y después en la flamante Avenida Bolívar, bajo la sombra tutelar de las inolvidables Doña Lourdes, Minetta e Itha Roques Martínez, séptimo y octavo cursos de la entonces educación primaria en los años cincuenta.

domingo, 12 de noviembre de 2017

PATANEROS

Pedro Conde Sturla

13/09/2008

Hace un tiempo, en uno de mis frecuentes viajes a Villas del Mar, conduciendo por el carril del medio a velocidad reglamentaria, me sobrepasó una patana por la derecha a velocidad temeraria y me cortó el camino de manera tan imprudente, por no decir asesina, que tuve que desviarme hacia la izquierda para evitar el golpe de cola y pocas pulgadas faltaron para provocar una colisión múltiple con los vehículos que circulaban de ese lado.

ASESINOS DEL VOLANTE

Pedro Conde Sturla 

jueves, 16 de Octubre de 2008

El domingo pasado, en horas de la madrugada, al abrir las páginas de El Caribe me sacudió una noticia, una noticia trágica, de esas que a muchos no sorprenden por la regularidad con que suceden, por su espantosa cotidianidad.
Se trata, nuevamente, de un crimen alevoso cometido por un asesino del volante. La víctima, esta vez, fue Mario Miranda Michel, un repartidor de El Caribe en la flor de su juventud.

PATANAS, PATANEROS, PATANISTAS Y GUAGÜEROS

Pedro Conde Sturla 
16 de Octubre de 2008

El domingo pasado, en horas de la madrugada, al abrir las páginas del diario me sacudió una noticia, una noticia trágica, de esas que a muchos no sorprenden por la regularidad con que suceden, por su espantosa cotidianidad.
Se trata, nuevamente, de un crimen alevoso cometido por un asesino del volante. La víctima, esta vez, fue Mario Miranda Michel, un repartidor de El Caribe en la flor de su juventud.