martes, 23 de octubre de 2018

EL POEMA DE GILGAMESH


Pedro Conde Sturla
25 de marzo de 2007

La literatura y el arte, la historia, la filosofía y la religión se confunden en la noche de los tiempos y muy frecuentemente no es posible separar una de otras, como en el famoso Poema de Gilgamesh.
El rey Gilgamesh, un personaje histórico, gobernó en Uruk, Mesopotamia -cuna de la civilización-, alrededor de 2500 años aC. En algún lugar de esa tierra se estableció el paraíso terrenal y hoy día es parte del territorio que ocupa Irak.
El poema se escribió muchos siglos después, tomando como base las tradiciones orales de antiguas leyendas de los sumerios (un pueblo y una lengua de orígenes desconocidos) y está considerado como la más antigua narración escrita de la historia. Ahí comenzó todo, dijo Borges.
Como en toda epopeya, la figura de Gilgamesh aparece transfigurada, idealizada, convertida en mito.
Para algunos, el poema contiene la más antigua reflexión filosófica sobre la condición humana y reviste una doble importancia:
“Por un lado, inicia la literatura conocida de la humanidad: las tablillas conservadas son los fragmentos de escritura, escritura cuneiforme, más antiguos del mundo -de momento-. Por otro, es una profunda y sabia, antigua y actual, reflexión sobre qué son y como tienen que vivir los humanos.”
En alguno de los pasajes anticipa, al decir de un agudo comentarista, el carpe diem de Horacio, una frase latina que literalmente significa cosecha, disfruta o realiza el día.

Cuando los dioses crearon a los humanos
destinaron la muerte para ellos,
guardando la vida para sí mismos.
Tú, Gilgamesh, llénate el vientre,
goza de día y de noche.
Celebra cada día una alegre fiesta,
danza y juega día y noche.
Ponte vestidos flamantes
lava tu cabeza y báñate.
Atiende el niño que te toma de la mano y alégrate
Deléitate abrazando a tu esposa.
Pues éste es el destino del hombre

El poema inicia con un prólogo exultante que proclama “las hazañas de Gilgamesh... el hombre al que todas las cosas le eran conocidas... era sabio... conocía cosas secretas, nos trajo una historia de antes de la inundación. Partió en un largo viaje, estaba abatido, cansado de trabajar; al regresar descansó y grabó en una piedra todo el relato.”
Como era en parte humano y en parte divino, Gilgamesh era arrogante y los dioses crearon al guerrero Enkidú, que lo igualaba en fortaleza física, con el propósito de bajarle los humos.
Enkidu y Gilgamesh entablaron combate y luego se hicieron amigos, casi hermanos y marcharon juntos en una aventura para darle muerte al maligno Humbaba.
Durante el viaje de regreso, la diosa Ishtar se prendó de la belleza del héroe y le pidió matrimonio, a lo que Gilgamesh se negó. Entonces, la diosa pidió en venganza a su padre Anu que creara el Toro del cielo para que destruyese la tierra. Pero Enkidú y Gilgamesh lo mataron. Los dioses castigaron entonces la osadía provocando la muerte de Enkidú. Desolado, Gilgamesh emprendió un viaje para entrevistarse con Utnapishtim, el antecesor de todos los humanos y le pregunta por qué todos tienen que morir. Utnapishstim le respondió que la muerte era igual a un sueño que a todos sobreviene algún día y no hay razón para temerla.
Por último, en el camino de regreso y no sin haber escuchado el relato del diluvio de boca de Utnapishstim, que era el único sobreviviente, Gilgamesh, encuentra una planta que tiene el poder de devolver la juventud. Pero un día una serpiente aprovecha una distracción del héroe y se come la planta. Por esa razón las serpientes cambian la piel y se mantienen jóvenes, mientras que los humanos envejecen y mueren.
Utnapishtim vivía en la ciuad de Shurrupak, donde servía al dios Ea. A causa de los interminables conflictos entre los hombres, el ruido no permitía dormir a los dioses y estos decidieron desatar las aguas sobre el mundo para que todos perecieran ahogados, pero Ea le avisó en el sueño a Utnapishtim del cataclismo que se acercaba y le dijo que construyera una nave y que metiera en ella una pareja de cada especie. Durante siete noches hubo una gran tempestad y el mundo se cubrió de agua. La nave tocó tierra en la cima del monte Nisir. Para verificar la extensión del diluvio, Utnapishtim soltó una paloma, luego una golondrina y luego un cuervo. Este último no regresó. Utnapishtim supuso entonces que había encontrado dónde posarse y que las aguas estaban bajando. En agradecimiento, encendió una hoguera e hizo sacrificios a los dioses. Enlil, el dios que había provocado el diluvio, se encolerizó al oler el humo, pero el dulce Ea intercedió por Utnapishtim y Enlil lo convirtió a él y su esposa en inmortales. Ambos son los antecesores de la humanidad…
De esta y otras leyendas, los escribas de la Biblia se surtirían en los siglos posteriores con la cuchara grande.

Fonte: http://es.wikipedia.or
MOSTERÍN. Historia de la Filosofía. Madrid: Alianza, 1983;
Poema de Gilgamesh estudio y traducción de F. LARA, Madrid, Tecnos, 1988
World Literature, Mythology, Gilgamesh mitos y leyendas: El diluvio
pcs, domingo, 25 de marzo de 2007


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