Pedro Conde Sturla
En el año 2008 Douglas A. Blackmon publicó un libro terrible que no
pasó desapercibido para una parte de la opinión pública norteamericana, un
libro que no ha dejado de tener actualidad y se actualiza ahora más que nunca.
Le valió un premio Pulitzer, si acaso el Pulitzer vale algo, y sigue suscitando
interés, haciendo opinión, alimentado a las conciencias críticas de un país en
que para la mayoría de la gente y de la prensa (la presstitute, la prensa prostituta)
el resto del mundo y los grandes problemas internos no existen.