miércoles, 13 de febrero de 2019

BORGES Y EL ELOGIO DE LA SENCILLEZ

Pedro Conde Sturla
26 de febrero 209

Siempre he admirado en Borges el culto de la sencillez, el amor por la palabra limpia que encaja a la perfección en el contexto, la precisión y liviandad de la prosa, la fuerza o autoridad del decir, la erudición que abre camino al andar, sin apabullar al lector, la ingeniería verbal tan aparentemente simple y tan difícil de lograr, la escritura sin ripios ni desperdicios, escrituralmente esencial.Imagen relacionada
La literatura, en manos de Borges, es una cosa viva que se actualiza permanentemente. De los más antiguos y olvidados textos hace brotar las novedades que encierran, la modernidad del pensamiento o de la técnica que anticipan desde la noche de los tiempos. Recuérdese que, para Borges, “Toda novedad no es sino olvido”.

martes, 12 de febrero de 2019

Vance Packard: Los persuasores ocultos

Pedro Conde Sturla
9 de  febrero 2014

En el idioma del imperio, terroristas se les llama a las víctimas del terrorismo.

En el lejano año de 1957, un periodista e incisivo crítico social llamado Vance Packard (1914–1996) estremeció a la opinión pública norteamericana con un libro titulado “The Hidden Persuaders”, “Los persuasores ocultos”, que en Argentina fue traducido como “Las formas ocultas de la propaganda” y que a pesar del tiempo transcurrido y la campaña de descrédito a que ha sido sometido, tiene todavía vigencia y causa urticaria entre los estrategas del consumismo y el conformismo. Es decir, los medios de comunicación de masas y los publicistas.
“Este libro -dice Vance Packard- intenta explorar un campo nuevo, extraño y más bien exótico de la vida norteamericana. Trata de los esfuerzos que, en gran escala y a menudo con éxito impresionante, se realizan para canalizar nuestras decisiones en tanto que compradores, así como nuestros procesos mentales, mediante el uso de conocimientos extraídos de la psiquiatría y de las ciencias sociales. Los esfuerzos suelen aplicarse en un plano que escapa a nuestra conciencia, de modo tal que las incitaciones son frecuentemente y en cierto sentido ‘ocultas’, con lo que resulta que a muchos de nosotros se nos influye y se nos manipula en mayor medida de lo que nos damos cuenta, en lo que se refiere a las pautas de nuestra vida diaria.
Algunas manipulaciones ensayadas son sencillamente divertidas; otras, turbadoras, en especial si se las considera como anticipadoras de lo que se nos depara en escala más intensa y efectiva, pues equipos de hombres de ciencia han  
suministrado ya instrumentos pavorosos.”
(La manipulación por vía sexual es una de las técnicas más burdas y socorridas del reclamo publicitario. Nótese que en el metamensaje del anuncio de Burger King se alude desde la gráfica y desde el texto a la fellatio o felación).
Packard denuncia a un grupo de especialistas en comportamiento humano (sociólogos, analistas de tono de voz, segmentadores psicográficos psicolingüistas, neurofisiólogos, comunicadores subliminales, psicobiólogos, hipnotécnicos, acondicionadores operantes, especialistas psicométricos, especialistas en comprensión de mensajes) entre los que sentaron la base del “análisis motivacional del consumidor” y otras técnicas más sofisticadas “para manipular la expectación e inducir al deseo de compra” de productos innecesarios que obedece a lo que llama “ocho necesidades compulsivas que la publicidad promete realizar… El libro también explora técnicas de manipulación para promover políticos…y cuestiona su moralidad.” (http://en.wikipedia.org/wiki/Vance_Packard).
“Publicidad, propaganda, ingeniería social, se llame como se llame esta actividad no solo modificó nuestros hábitos de consumo sino también nuestros valores y mentalidad política…. El individuo se convertirá así en consumidor no solo de productos y servicios sino también de partidos y líderes políticos. Así el discurso ideológico queda desposeído de racionalidad y se transformará en eslogan.”
(http://www.meneame.net/story/formas-ocultas propaganda-the-hidden-persuaders-vance-packard)
Los persuasores ocultos, como se verá a continuación, inventaron la trampa del supermercado al cabo de años de investigación con cámaras disimuladas, entrevistas “inocentes” realizadas por sicólogos con los clientes y estudios de reacción ante colores y marcas y hasta la forma de pestañar de los consumidores.  Después de leer el siguiente capítulo del libro de Vance Packard, muchos quedarán asombrados, anonadados, por haber aprendido algo que no saben ni siquiera los dueños de supermercados nacionales, aunque, desde luego, inconscientemente lo ponen en práctica.
Hipnosis en el supermercado
Los investigadores de DuPont han descubierto que la compradora de mediados de este siglo no se molesta en hacer una lista o por lo menos en hacer una lista completa lo que necesita comprar. En efecto, menos de una compradora de cada cinco lleva una lista, pero de todas maneras las amas de casa siempre se las arreglan para llenar sus carritos hasta el tope, exclamando a menudo: “¡Por cierto, nunca me imaginé que compraría tanto!” ¿Por qué no necesita el ama de casa una lista? DuPónt da esta tajante respuesta: “¡Porque siete de cada diez compras se deciden dentro del negocio, en donde los clientes actúan según sus impulsos!”
(…)
James Vicary quiso averiguar la razón de tal incremento en las compras impulsivas. Sospechó que algo especial pasaba en la psicología de las mujeres que entraban al supermercado. Columbró que quizás sufrieran un aumento de la tensión al enfrentarse con tantas posibilidades, de modo que se veían obligadas a realizar las compras de prisa. La mejor manera de descubrir lo que pasaba dentro de la compradora sería utilizar un galvanómetro o detector de mentiras, lo cual era evidentemente poco práctico. Otro procedimiento casi tan ventajoso era usar una cámara cinematográfica oculta para registrar el promedio del parpadeo de las clientes mientras compraban. La rapidez del parpadeo es un índice bastante preciso de la tensión interna. Según el señor Vicary, la persona corriente parpadea normalmente alrededor de treinta y dos veces por minuto. Si se siente tensa parpadea con más frecuencia; bajo tensiones extremas llega a hacerlo hasta cincuenta o sesenta veces por minuto. En cambio, si su estado es de completa placidez, su parpadeo puede reducirse a veinte veces o menos aun.
Vicary instaló sus cámaras cinematográficas y comenzó a seguir a las damas a medida que entraban en las grandes tiendas. Los resultados lo dejaron perplejo, incluso a él. El parpadeo de las compradoras, en lugar de aumentar e indicar una tensión creciente, bajaba más y más, hasta llegar a un promedio anormal de catorce veces por minuto. Las damas habían caído en lo que Vicary llama un trance hipnagógico, es decir, habían llegado a la primera etapa de la hipnosis. Vicary dedujo que la principal razón de este trance era que en el supermercado, país de maravillas, están al alcance de la mano productos que en años anteriores sólo los reyes y reinas se daban el lujo de adquirir. La teoría de Vicary es la siguiente: ‘Justamente en esta generación, cualquiera puede ser rey o reina y pasearse por estos almacenes en donde los productos claman a gritos ‘cómprame, cómprame.”
Es interesante saber que muchas de dichas clientas estaban tan hipnotizadas que pasaban al lado de vecinas y viejas amistades sin notarlas o saludarlas. Algunas tenían la mirada un poco vidriosa. Estaban tan ensimismadas mientras recorrían el almacén recogiendo al azar artículos de los estantes que hasta tropezaban con cajas sin verlas y ni siquiera reparaban en la cámara que las filmaba, aunque en algunos casos su cara pasara a un pie y medio del lugar en donde estaba funcionando el murmurante motor. Cuando las amas de casa llenaban sus carritos se dirigían hacia la caja, el parpadeo comenzaba a aumentar hasta unas veinticinco veces por minuto. Luego, al oír el sonido de la caja registradora y la voz del cajero pidiendo el dinero, el parpadeo subía sobre lo normal, a unas cuarenta y cinco veces por minuto. En muchos casos sucedió que las mujeres no tenían suficiente dinero para pagar todas las lindas cosas que habían adquirido. Teniendo en cuenta esta fuente de impulsos adquisitivos que es el supermercado, los psicólogos se han asociado con los peritos en comercialización para convencer al ama de casa que compre productos que no necesita o que incluso puede no desear hasta que los ve, invitadores, en los estantes. Los sesenta millones de mujeres norteamericanas que hacen sus compras en los grandes almacenes todas las semanas reciben la “ayuda” para realizarlas de psicólogos y psiquíatras contratados por los comerciantes en productos alimenticios. El 18 de mayo de 1956, The New York Times publicó una notable entrevista con un joven llamado Gerald Stahl, vicepresidente ejecutivo de Package Designers Council, en la que éste afirmó: “Los psiquíatras dicen que la variedad de la provisión es tan grande que la gente necesita ayuda, para elegir, es decir, quieren dar con el paquete que los hipnotice y se les meta entre las manos.” Instó por lo tanto a los envasadores de alimentos a que hicieran más hipnotizantes los diseños de sus envases, de modo que el ama de casa alargue su mano y los elija entre sus muchos rivales. (Vance Packard, Las formas ocultas de la propaganda capítulo diez de la traducción de Martha Mercader de Sánchez-Albornoz para la editorial Sudamericana).
A Sergio y Alfonso, persuasores no ocultos.



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sábado, 9 de febrero de 2019

Chapita (10)


Acorazado de la Marina de Guerra de Estados Unidos en aguas territoriales de la República Dominicana, el 3 de mayo de 1916, día de desembarco de las tropas norteamericanas.

sábado, 2 de febrero de 2019

Chapita (8)

Chapita tenía dieciséis años en1907, apenas dieciséis años cumplidos. Es una fecha que marca un antes y un después en su vida. Fue entonces que decidió como quien dice sentar cabeza y dar por terminadas o suspendidas sus correrías juveniles en compañía de Virgilio Álvarez Pina.Sólo mucho tiempo después se convertiría en jefe de la sagrada familia, el jefe de la manada de la que se ha hablado tanto hasta aquí.

sábado, 26 de enero de 2019

Chapita (7)

26 enero, 2019



Nieves Luisa Trujillo Molina.

La impoluta Nieves Luisa era la estrella de la familia Trujillo, quizás la primera que alcanzó notoriedad fuera del país. Se dio a conocer especialmente en Cuba donde ejerció con mayor éxito su profesión. La profesión de Silveria Valdez, su abuela paterna. Almoina dice en su execrable libelo que era cantonera en La Habana, es decir, prostituta callejera:
“Mujer en sus años juveniles de muy gentil donaire, había conocido los hoteles equívocos de La Habana en su totalidad. Quiere decirse que había estado en la capital cubana dedicada a vida ‘non santa’”.

La cárcel y el cementerio

Pedro Conde Sturla

Mucha gente piensa todavía que a Trujillo hay que agradecerle por su política de obras públicas, el sistema de educación y salud, las buenas escuelas y hospitales, el  bienestar y progreso acumulado en tres décadas de orden.
Eso sucede cuando se pierde de vista lo esencial y se presta atención a lo circunstancial o accesorio, a lo que “depende de una cosa principal o está agregado a ella”.
Lo que se debe a Trujillo es la creación de una cárcel cementerio, un cementerio carcelario, un régimen de horror e iniquidades perfectamente organizado en el cual el orden y el progreso forman parte del mecanismo de represión y la parte visible es solo una fachada, una mazmorra con fachada de relumbrón.
Eso es lo hay que agradecer o aborrecer

sábado, 19 de enero de 2019

Chapita (6 )

18 enero, 2019

Antiguo faro casi centenario sobre el fuerte o fortín San José. Estuvo en pie hasta finales de los años de 1950. 

En comparación con Petán Trujillo, su hermano Héctor Bienvenido, alias Negro, parece haber sido un hombre decente, el más decentemente indecente de los Trujillo.
Alguna vez fue Secretario de Guerra y Marina y sucesor de Chapita en caso de muerte. Era de alguna manera su hermano favorito, o por lo menos con el que mejor se llevaba, y el único que, aparte de él, ostentaba el título de generalísimo, amén de que fue también presidente de la República

sábado, 12 de enero de 2019

Chapita (5 )



José Arismendy “Petán” Trujillo Molina

Diatriba tras diatriba se acumula en el injurioso y jugoso capítulo que José Almoina dedica a la gloriosa estirpe de los Trujillo Molina. Algo que sería indignante si el lector no sospechara que todo o casi todo lo que se dice es verdad o por lo menos merecido. El que queda peor parado de la familia, si acaso alguno queda, es el abominable Petán o Patán Trujillo, un personaje repulsivo que parece haber sido hecho a mano por el más inescrupuloso creador. Un dechado de maldad, el arquetipo del bravucón y cobarde, un engendro, un personaje retorcido y perverso. Un trujillito.

miércoles, 9 de enero de 2019

ODISEA EN EL NORTE DE JACK LONDON

Pedro Conde Sturla


A raíz de la publicación del cuento “La mujer” de Juan Bosch, el ingeniero José Ramón Bonilla Almonte, quien colabora a menudo, involuntariamente, como filósofo y personaje de ficción en estas páginas, me recordó una famosa narración de Jack London, “Odisea en el norte”, donde la relación entre marido y mujer termina de manera más alarmante, primitiva y sorpresiva que en el cuento de Bosch.Bonilla advierte que la narración de London anticipa el cuento de Bosch, sembrando un precedente funesto que lo llena de horror, aunque él no tiene vela en ese entierro.

sábado, 5 de enero de 2019

Chapita (4)



Marcial Soto, el general banilejo que metió preso a Chapita. Fuente externa

El general Marcial Soto, un militar banilejo de pura cepa, recibió en alguna ocasión la encomienda de llevar a Chapita preso a Santo Domingo. Preso y bien amarrado, a lomo de mula, por robo de ganado. Cuando iban a pasar por San 
Cristóbal, Chapita le pidió humildemente por favor a Marcial Soto que lo desamarrara mientras atravesaban esa población porque por ahí tenía una novia y no quería que ésta lo viera en esa situación. El general Marcial Soto lo complació. Chapita posiblemente adoptó en la medida de lo posible una postura digna, miraría quizás con desprecio, quizás con ojeriza, a quienes se fijaban en él y le guardaría un agradecido rencor o un rencor agradecido durante toda la vida al militar banilejo.