Pedro Conde Sturla
25 de abril de 2013
[La mayoría de los creyentes no sospecha, no tiene idea del papel jugado por el emperador Constantino durante el famoso Concilio de Nicea en la imposición “de los dogmas más fundamentales de la Iglesia católica”, no sabe que los cuatro Evangelios canónicos fueron impuestos por Constantino y que éste “diseñó a su antojo lo que los católicos deberían creer por siempre acerca de la persona de Jesús” y que el credo católico no es de inspiración divina “sino de la nada santa coacción que ejerció el brutal emperador romano sobre hombres que Jesús hubiese despreciado.”
Estas son algunas de las mentiras fundamentales y fundamentalistas que Pepe Rodríguez, un erudito con nombre de bodeguero, expone en su libro “Mentiras fundamentales de la iglesia católica”. A continuación, en el fragmento seleccionado, se detallan los incidentes posteriores de aquel Concilio de Nicea que dio origen a la iglesia católica, la misma iglesia destinada a jugar desde entonces y por los siglos de los siglos un papel histórico de tanta relevancia. PCS].
El Concilio de Nicea
