Pedro Conde Sturla
17 septiembre, 2021
El grupo de viajeros ha llegado con anticipación al puesto Han y el cargador está agotado, al borde del colapso, pero el comerciante se atribuye el mérito. Desborda energía, entusiasmo, soberbia. Se ve a sí mismo como el hombre fuerte del grupo. En su visión darwiniana de la sociedad, el cargador y el guía no son más que unos seres debiluchos y sin iniciativa propia, “¡Miserable chusma!”. En cambio él consigue todo lo que se propone.