martes, 8 de agosto de 2017

El nmortal

El Inmortal
Pedro Conde Sturla

Shih Huang Ti, el primer emperador de China, llamado también Qin Shi Huang, encontró la muerte a los 49 años cuando andaba en búsqueda “del secreto de la vida eterna.”

El primer ministro, Li Si  (“¡Una de las dos o tres figuras más importantes de la historia china …”), viajaba en su comitiva, -quizás junto a él- en el momento en que se produjo el inoportuno acontecimiento y todo indica que quedó razonablemente consternado. Temía que la noticia de la muerte del odiado mandatario pudiese provocar un estallido social, un incontrolable levantamiento en todo el imperio.

El temor del ministro Li Si era justificado. Había en China en ese entonces miles de personas condenadas para toda la vida a trabajos forzados, a dejar el alma y el pellejo en la construcción de obras descomunales como la infinita muralla (la infinitamente maldita muralla), el mausoleo del mismo emperador, el invencible ejército de terracota que lo protegería de los caprichos de la eternidad…Dada la indescriptible brutalidad del régimen, la noticia de la muerte del aspirante a inmortal habría provocado el caos.

Para peor, estaban lejos de la capital y el viaje de regreso tomaría semanas o meses. No obstante Li Si se propuso y al parecer consiguió durante un tiempo mantener el secreto de la muerte del primer emperador de un país que “sólo a partir de 1912 comenzó a llamarse oficialmente China”. El mismo que Marco Polo y otros llamaron Catay.

"La mayor parte del elenco imperial que acompañaba al emperador no fue informado de su muerte, y cada día Li Si entraba en su diligencia, donde se suponía que viajaba el emperador, pretendiendo hacer que discutían asuntos de estado. La secretista naturaleza del emperador mientras vivía permitió que esta estratagema funcionara y que no despertara dudas entre los cortesanos. Li Si ordenó también que dos carros que contenían pescado se llevaran inmediatamente antes y después de la diligencia del emperador. La idea tras esto era evitar que la gente percibiera el nauseabundo olor proveniente de la diligencia del emperador, donde su cuerpo se estaba empezando a descomponer severamente. Finalmente, pasados dos meses, Li Si y la corte imperial estuvieron de vuelta en Xiangyang, donde se anunció la noticia de la muerte del emperador” (https://es.wikipedia.org/wiki/Qin_Shi_Huang).

La versión del gran fabulador argentino Jorge Luis Borges difiere en parte y en parte corrobora lo que hasta el momento aquí se ha dicho del primer emperador. Borges respeta y hace suya la tradición, se atiene al mito, se apega como una lapa a lo que no pudo haber sido y no fue y sucumbe, como de costumbre a la admiración que en los espíritus tenebrosos ejercen los bellacos y las bellaquerías:

LA MURALLA Y LOS LIBROS

…Quemar libros y erigir fortificaciones es tarea común de los príncipes; lo único singular en Shih Huang Ti fue la escala en la que obró. Así lo hacen entender algunos sinólogos, pero yo siento que los hechos que he referido son algo más que una exageración o una hipérbole de disposiciones triviales. Cercar un huerto o un jardín es común; no lo es cercar un imperio. Tampoco es baladí pretender que la más tradicional de las razas renuncie a la memoria de su pasado, mítico o verdadero. Tres mil años de cronología tenían los chinos (y en esos años, se incluyen el Emperador Amarillo y Chuang Tzu y Confucio y Lao Tzu), cuando Shih Huang Ti ordenó que la historia empezara con é1.

Shih Huang Ti había desterrado a su madre por libertina; en su dura justicia, los ortodoxos no vieron otro cosa que una impiedad; Shih Huang Ti, tal vez, quiso abolir todo el pasado para abolir un solo recuerdo: la infamia de su madre. Esta conjetura es atendible, pero nada nos dice de la muralla, de la segunda cara del mito. Shih Huang Ti, según los historiadores, prohibió que se mencionara la muerte y busco el elixir de la inmortalidad y se recluyó en un palacio figurativo, que constaba de tantas habitaciones como hay días en el año; estos datos sugieren que la muralla en el espacio y el incendio en el tiempo fueron barreras mágicas destinadas a detener la muerte. “Todas las cosas quieren persistir en su ser”, ha escrito Baruch Spinosa; quizá el Emperador y sus magos creyeron que la inmortalidad es intrínseca y que la corrupción no puede entrar en un orbe cerrado. Quizá el Emperador quiso recrear el principio del tiempo y se llamó Primero, para ser realmente primero, Y se llamó Huang Ti, para ser de algún modo Huang Ti, el legendario emperador que inventó la escritura y la brújula. Este, según el Libro de los Ritos, dio su nombre verdadero a las cosas; parejamente Shih Huang Ti se jactó, en inscripciones que perduran, de que todas las cosas, bajo su imperio, tuvieran el nombre que les conviene. Soñó fundar una dinastía inmortal; ordenó que sus herederos se llamaran Segundo Emperador, Tercer Emperador, Cuarto Emperador, y así hasta el infinito… He hablado de un propósito mágico; también cabría suponer que erigir la muralla y quemar los libros no fueron actos simultáneos. Esto (según el orden que eligiéramos) nos daría la imagen de un rey que empezó por destruir y luego se resigno a conservar, o la de un rey desengañado que destruyó lo que antes defendía. Ambas conjeturas son dramáticas, pero carecen, que yo sepa, de base histórica. Herbert Allen Giles cuenta que quienes ocultaron libros fueron marcados con un hierro candente y condenados a construir, hasta el día de su muerte, la desaforada muralla.

Esta noticia favorece o tolera otra interpretación. Acaso la muralla fue una metáfora, acaso Shih Huang Ti condenó a quienes adoraban el pasado a una obra tan vasta como el pasado, tan torpe y tan inútil. Acaso la muralla fue un desafío y Shih Huang Ti pensó:

“Los hombres aman el pasado y contra ese amor nada puedo, ni pueden mis verdugos, pero alguna vez habrá un hombre que sienta como yo, y ese destruirá mi muralla, como yo he destruido los libros, y ese borrara mi memoria y será mi sombra y mi espejo y no lo sabrá.” Acaso Shih Huang Ti amuralló el imperio porque sabía que este era deleznable y destruyó los libros por entender que eran libros sagrados, o sea libros que enseñan lo que enseña el universo entero o la conciencia de cada hombre. Acaso el incendio de las bibliotecas y la edificación de la muralla son operaciones que de un modo secreto se anulan. (Jorge Luis Borges, “Otras inquisiciones”).

pcs, jueves 3 de agosto de 2017

jueves, 3 de agosto de 2017

El imperio

Los crímenes de otros hijos de puta que ya están muertos no excusan, no justifican los crímenes atroces del más sanguinario imperio que registra la historia,  el único que ha sembrado y sigue sembrando la devastación y el terror a escala planetaria...
el único que ha sembrado y sigue sembrando la devastación y el terror a escala planetaria...
....el único que ha sembrado y sigue sembrando la devastación y el terror a escala planetaria...

Aldea


Aquí están los cerezos
aburridos de pájaros.
Aquí las lagunas
muriéndose de sol 
aledaño a esa hilera
de ranchos sin pintura
se ve el campo enfermizo
de un viejo agricultor.
son tan pobres las gentes
que moran esta aldea,
aquí solo se siente
la esencia del dolor
para desayunarse
se toman un ¡Dios mío!
y hay veces que se acuestan
no más llenos de sol.

Juan Sanchez Lamouth

lunes, 31 de julio de 2017

La vocación democrática del imperio

Hay que reconocer que el imperio quiere la democracia en Venezuela...
Igual que en Irak, igual que en Afganistan, igual que en Libia, igual que en Yemen, igual que en Siria...
La vocación democrática del imperio conduce a la destrucción 

sábado, 29 de julio de 2017

El elixir de la vida

El elíxir de la vida
Pedro Conde Sturla
En general, las personas que desprecian las vidas de sus semejantes tienen un gran apego a la suya. Shih Huang Ti, el primer emperador de China, llamado también Qin Shi Huang, era un matarife, disponía de la existencia de sus súbditos con la ligereza de quien dispone de algo inútil, pero le tenía a la muerte más miedo que vergüenza. Quería gobernar y vivir para siempre y al parecer estuvo a punto de lograrlo, aunque no tanto como  Gilgamesh.
Gilgamesh fue un rey de Sumeria (la actual Irak) que vivió hace unos 2,750 años a. C. y reinó durante 126. Su inmensa fama la debe al hecho de ser protagonista del “Poema o Epopeya de Gilgamesh”, “la más antigua gran obra literaria del mundo”, la más antigua referencia al mito universal del diluvio. 
Gilgamesh busca y encuentra en el fondo del mar la planta que devuelve la juventud, pero en el camino de regreso a su hogar se le ocurre tomar un baño, se descuida, la deja a un lado y una serpiente se la roba. Se trata, seguramente de la misma serpiente que se infiltra, siglos más tarde, en el paraíso terrenal.
El emperador chino tuvo en cambio problemas con un dragón y otras criaturas extrañas, se enfrentó a circunstancias extremas y perdió cuantiosos recursos tratando de alcanzar su propósito, pero nunca desistió en el empeño, como hizo en cambio el pusilánime de Gilgamesh, y al final se aseguró de otra manera por lo menos cierta protección contra los imprevistos de la existencia en el más allá.
De acuerdo con los conocimientos de la época había “tres misteriosas islas situadas a miles de millas al este de China”. Éstas eran conocidas por los nombres de Penglai, Fangzhang y Yingzhou”. Los inmortales vivían en esas islas en suntuosos palacios, “todos los animales eran de color blanco puro, y había hierbas que otorgaban la vida eterna y resucitaban a los muertos”. Pero desgraciadamente “las islas estaban cubiertas de nubes  y  podían ocultarse a las embarcaciones que se aproximaran. Igualmente la magia podía provocar un viento que alejara a las naves de ellas, de tal forma que no pudieran acercarse”.
No era una empresa fácil llegar a esas islas situadas en un mar oscuro, lejano, proceloso, y cualquier otro lo hubiera pensado con más detenimiento antes de embarcarse en semejante aventura.
Pero el temible y temerario Shih Huang Ti, primer emperador de China, llamado también Qin Shi Huang, no se arredraba ante las dificultades y ni siquiera ante lo imposible. El registro de las expediciones que organizó para obtener la fuente de la inmortalidad está suficientemente documentado y forma parte de la gloriosa historia de lo real maravilloso.
EXPEDICIONES NAVALES DEL PRIMER EMPERADOR DE CHINA
Luego de que Qin Shi Huang unificó China, hizo inspecciones de gran envergadura en tres ocasiones a la zona litoral de Shandong.
La primera inspección se realizó en 219 a .n.e., en la que Qin Shi Huang, luego de efectuar la grandiosa ceremonia de sacrificio al cielo en la montaña Taishan, fue al este hasta el distrito de Huangxian, a la orilla sur del mar Bohai, a la cabeza de todos los funcionarios súbditos (hoy la ciudad de Longkou, provincia de Shandong). Durante la estadía en Huangxian, Qin Shi Huang concedió audiencia a Xu Fu. Este, a las órdenes del superior, acompañó a Qing Shi Huang a subir la montaña Laishan para rendir homenaje al Dios de la Luna , e informó a Qin Shi Huang diciéndole que en el mar Bohai había tres montañas divinas, llamadas Penglai, Fangzhang y Yingzhou. Según él, vivían en el palacio en la cima de la montaña muchos inmortales, quienes guardaban un elíxir de vida eterna. Xu Fu dijo al emperador que estaba dispuesto a ir a buscarlo para ofrecerlo a Qin Shi Huang. Como Qin Shi Huang anhelaba mucho este elíxir de vida eterna, aprobó muy complacido la solicitud de Xu Fu y le mandó ir a buscar la panacea a alta mar con gran cantidad de oro, plata y tesoros. Se dice que la primera expedición de Xu Fu resultó frustrada por las grandes tempestades. De regreso, dijo a Qin Shi Huang: “Yo, su súbdito, tropecé con el Dios del Mar en alta mar, y le hice saber que fui por el elíxir de eterna vida. Y el Dios del Mar se sintió incómodo por lo poco que le ofrecí de regalo. Por lo que no me permitió sino ver y no llevar el elíxir. Vi en la montaña Penglai palacios construidos con ganoderma (un hongo medicinal), en los que vivían muchos inmortales con vida muy sana y rostros radiantes. Entonces le hice al Dios una reverencia más para preguntarle "¿con qué regalo me permitiría lograr el elíxir?". El Dios del Mar me dijo: “Si me ofrece hermosos niños y niñas con toda clase de instrumentos artesanales como regalo, podrás obtener el elíxir’'. Al enterarse de ello, Qin Shi Huang mandó a Xu Fu que reclutara niños y niñas, y reunir instrumentos artesanales, con los que iba a solicitar el elíxir.
La segunda inspección a Shandong la hizo Qin Shi Huang en la primavera de 218 a .n.e. Esta vez, como Xu Fu no regresó de la búsqueda del elíxir de eterna vida, Qin Shi Huang no logró esa panacea y no podía sino regresar primero a Xianyang.
La tercera inspección a Shandong la efectuó el propio Qin Shi Huang en 210 a.n.e. con una trayectoria del sur al norte, y finalmente llegó al palacio temporal de Langxie. Al enterarse de la noticia, Xu Fu acudió sin demora de su tierra natal a la audiencia de Qin Shi Huang. Ya habían pasado diez años desde la primera búsqueda del elíxir a alta mar de Xu Fu, en la que gastó enormes recursos sin obtener hasta aquel entonces la panacea. Para esquivar el castigo, no tuvo otro remedio que decir a Qin Shi Huang que de suyo no se podía obtener el elíxir de eterna vida en la montaña divina de Penglai por estar defendido por una criatura mágica enviada por el Dios del Agua, y por eso no logró sacar el elíxir. Por lo que rogó al emperador que le destinara unos tiradores de flecha para acompañarlo. En medio camino de regreso a Xianyang, Qin Shi Huang murió en una plataforma de colina de arena (hoy en el territorio del distrito de Pingxiang, provincia de Hebei), a los 53 años de edad, y no logró administrar el elíxir de eterna vida hasta la muerte. Luego de despedir a Qin Shi Huang, Xu Fu conduciendo a los niños y niñas, con las cinco especies de granos e instrumentos artesanales, fue a buscar el elíxir de eterna vida a alta mar. Más tarde, cruzó el mar hacia el Este y llegó a Japón. (http://spanish.china.org.cn/travel/txt/2009-07/14/content_18133730.htm).
pcs, viernes 28 de julio de 2017

sábado, 22 de julio de 2017

EL PRIMER EMPERADOR

El primer emperador
Pedro Conde Sturla

En el año 247 a .C, Shih Huang Ti se proclamó primer emperador de China y lo sería hasta el 210. En esa época, el siglo tercero, del otro lado del mundo se libraban entre Roma y Cartago las guerras púnicas que culminarían con la destrucción de esta última, la eterna Grecia vivía el período helenístico, la difusión de la cultura griega por el cercano y Medio Oriente, en Egipto reinaban felizmente los Tolomeo y Alejandría era probablemente la ciudad más bella, la más esplendorosa del mundo.

Shih Huang Ti, llamado también Qin Shi Huang para complicar las cosas, transformó a China de una manera radical y para ello contó con los buenos oficios de un personaje extraordinario, que sería con el tiempo consejero, ministro canciller, el hombre de mayor confianza e influencia en su reino:

“¡Una de las dos o tres figuras más importantes de la historia china ... en gran medida responsable de la creación de las instituciones que convirtieron a la dinastía Qin en el primer estado universal de la historia china. Unificó las leyes, las ordenanzas gubernamentales, los pesos y las medidas. Estandarizó carruajes, carros y caracteres utilizados en la escritura ... facilitando la unificación cultural de China ... Él creó un gobierno basado únicamente en el mérito, de modo que los hijos y hermanos menores del clan imperial no fueron ennoblecidos, sino los ministros capaces, pacificó las regiones fronterizas sometiendo a los bárbaros del norte y del sur, llevando las armas de los estados feudales a la capital, Xianyang, donde fueron fundidas para producir campanas y enormes estatuas ornamentales, relajó los castigos draconianos heredados de Shang Yang y redujo los impuestos, actuando desde la visión de un imperio universal, nadie antes que él tenía una idea tan clara de un mundo que abarcara a todos los chinos, trayendo consigo el dominio universal de la paz (Xunzi Volumen 1. p 37. John Knoblock).”
El radical proceso de transformación incluyó la construcción de una gran red de carreteras y canales que enlazaban las provincias, fomentaban el comercio, facilitaban los desplazamientos militares para aplastar cualquier intento subversivo.

“Pero quizás lo más importante de todo, fue que la escritura china fue unificada. Un nuevo conjunto de caracteres fue desarrollado por Li Si, llamado de los sellos pequeños, basándose en el conjunto de caracteres usados en el estado de Qin, y este nuevo conjunto fue hecho obligatorio, deshaciéndose por lo tanto de todos los sistemas de escrituras locales y de los caracteres que existían en varios estados chinos. Los edictos escritos con este nuevo conjunto de caracteres fueron tallados en los muros de montañas sagradas por toda China, como los famosos edictos que se encuentran en el monte Tai, para hacer saber al Cielo de la unificación de la tierra bajo un emperador, y también para propagar el nuevo conjunto de caracteres entre el pueblo” (https://es.wikipedia.org/wiki/Qin_Shi_Huang.).

Shih Huang Ti ganó fama, una inmensa fama y un inmenso odio por haber iniciado la construcción de la gran muralla “(resultado, en realidad, de unir varios tramos de murallas locales preexistentes)”, que costó al pueblo chino dos millones de muertos
No menos famosa y extravagante fue la construcción de un ejército de terracota para protegerse de los vaivenes de la eternidad y que sólo en época reciente fue descubierto:
“Otra de las grandes obras fue su impresionante mausoleo, hoy Patrimonio de la Humanidad, el que contiene los famosos y espectaculares 8000 guerreros de terracota, que deberían acompañarle y protegerlo cuando volviera a la vida”.

Quizás la más sorprendente, insólita y discutible contribución de Li Si a la transformación de China sea la que concierne al asunto de los libros y la rebeldía de los eruditos:
“Después de que Qin Shi Huang se convirtiera en el emperador, Li Si lo persuadió para suprimir la disensión intelectual. Li Si creía que los libros sobre cosas como la medicina, la agricultura y la profecía, podrían ser ignorados, pero los libros políticos eran peligrosos en manos públicas. Era difícil progresar y cambiar el país con la oposición de tantos ‘eruditos’. Como resultado, solo el estado debe encargarse de poseer y mantener los libros políticos, y sólo las escuelas estatales tenían la capacidad de impartir la educación a los estudiosos políticos. Li Si mismo escribió el edicto ordenando la destrucción de los registros históricos y libros opositores en 213 a. C., incluyendo los textos confucianos importantes, que él pensaba que eran perjudiciales para el bienestar del Estado. Se piensa comúnmente que 460 eruditos confucianos fueron enterrados vivos en el conocido acontecimiento histórico ‘Quemando libros y enterrando confucionistas’; sin embargo, esto fue una traducción errónea en los textos históricos posteriores. En realidad, las 460 personas que fueron enterradas vivas por el emperador Qin Shi Huang eran principalmente sacerdotes y chamanes que presuntamente estaban privando al emperador de recursos y riquezas mientras buscaban medicinas que dieran vida eterna o apoteosis”.

La quema de los libros y la construcción de la muralla inspiraron al tenebroso Borges un texto en el que parece extrañamente justificar, admirar o celebrar ambos hechos.

“La muralla y los libros”

“Leí, días pasados, que el hombre que ordenó la edificación de la casi infinita muralla china fue aquel primer Emperador, Shih Huang Ti, que asimismo dispuso que se quemaran todos los libros anteriores a él. Que las dos vastas operaciones —las quinientas o seiscientas leguas de piedra opuestas a los bárbaros, la rigurosa abolición de la historia, es decir del pasado— procedieran de una persona y fueran de algún modo sus atributos, inexplicablemente me satisfizo y, a la vez, me inquietó (Jorge Luis Borges, “Otras inquisiciones”)”.

domingo, 16 de julio de 2017

TRALENGUAS BÍBLICO

Pedro Conde Sturla


Dicen los judíos en la Biblia que escribieron los judíos que el dios de los judíos dijo que los judíos son el pueblo escogido por el dios de los judíos y que el dios de los judíos dijo que Palestina pertenece a los judíos.
Eso les da derecho a mantener dos millones de palestinos prisioneros en la franja de Gaza y a robarse hasta la última pulgada de tierra de Cisjordania, donde las ciudades y pueblos están rodeadas de muros que también mantienen en prisión a sus habitantes... Aparte de las masacres, el abuso cotidiano, el régimen de  desprecio a que están sometidos...

PCS

lunes, 10 de julio de 2017

Matar un ruiseñor

Botella en el mar
MATAR UN RUISEÑOR
Pedro Conde sturla

Hace muchos años -el 10 de octubre de 2006 para ser exacto- escribí un artículo titulado “Matar un ruiseñor” que publiqué en la difunta y muy llorada Clave digital. Mi intención era un poco hablar de literatura y cine, hablar sobre la famosa novela de Nelle Harper Lee y sobre la más famosa película de Robert Mulligan, y protestar, maldecir al mismo tiempo de alguna manera contra el autor de un crimen de odio que se había cometido recientemente en Santo Domingo.
El escopetero de una discoteca, un guachimán, un hombre de color con órdenes de impedir la entrada a gente de color en un país de gente color, se tomó tan en serio su trabajo que disparó contra un grupo de jóvenes de color y mató a una joven, cuyo nombre no he podido recordar, a pesar de que el infausto acontecimiento no se aparta de mi memoria.
Aunque no todos los episodios de racismo en discotecas y clubes privados desembocan en tragedia, no son pocas las que se han tenido que lamentar. Pero lo peor de lo peor es que la intolerancia subsiste, la práctica subsiste y en muchos establecimientos de nuestro glorioso paisaje se sigue negando la entrada a gente de color. Incluso es posible que el glorioso guachimán homicida se encuentre en estos momentos en libertad y realizando funciones de guachimán.
En cuanto a la intolerancia que describen la película y la novela mencionadas, muchas cosas han cambiado solamente para peor en los Estados Unidos. El país tiene apenas un 5% de la población mundial y la mayor población carcelaria del planeta (2.29 millones), seguido por China, Rusia y Brasil. Lo alarmante es que en Estados Unidos los negros son el 6.5% de la población total pero representan el 40.2 % de los presos.”  Otro porcentaje altísimo de presos es el de los latinos, que es otra forma de ser negro en la gran democracia del norte.
Matar un ruiseñor, en el sentido que le atribuye a mi juicio la novela, sigue siendo pues un deporte en estas latitudes. De aquí la importancia de airear, recrear el manifiesto antirracista de la gentil Nelle Harper Lee, la gran amiga del gran Truman Capote, y aclarar de paso lo siguiente: La palabra mockingbird, del título original de la novela, “To kill a mockingbird”, ha sido traducido erróneamente o quizás poéticamente como ruiseñor, pero el mockingbird, el pájaro burlón que imita a otros, es el sinsonte, no el ruiseñor o nightingale.
Sin embargo, y en lo que mi gusto respecta, prefiero el error y la poesía. PCS].


martes, 27 de junio de 2017

sábado, 24 de junio de 2017

LA TUMBA DE LOS IMPERIOS: (1-7)

Pedro Conde Sturla

 (1)

El sanguinario Alejandro (el Magno) conquistó el territorio con relativa facilidad, pero le resultó más difícil mantenerlo bajo su mando.

Afganistán fue alguna vez, durante el imperio persa, entre los años 550 y 330 a. C. el imponente escenario de una refinada civilización en Asia central. La parte norte coincidía aproximadamente con la provincia o satrapía llamada Bactria o Bactriana, un territorio montañoso de clima severo e inestable, que en esa época poseía importantes recursos hídricos: generosos manantiales, oasis, tierra fecunda:

Imperio persa
“…desde tiempos remotos la Bactriana fue una etapa importantísima y casi obligada para el tráfico comercial y la comunicación entre el Extremo Oriente, el subcontinente indio y la cuenca del Mediterráneo. Fue en la Bactriana donde se considera que el profeta Zoroastro predicó y ganó sus primeros adeptos”.
El sur y el norte están divididos por una cadena de montañas que los griegos llamaron Hindu Kush (Caucasus Indicus), creyendo al parecer que eran una prolongación del Cáucaso europeo:
“…es un macizo montañoso de aproximadamente 1,000 kilómetros , situado a caballo entre Afganistán y el noroeste de Pakistán, la prolongación más  occidental de las cordilleras del Himalaya. Gran parte de este sistema orográfico supera los 5,000 mil metros de altitud sobre el nivel del mar y en su parte más elevada llega a unos 7,690” . Es uno de los más altos rascacielos naturales del mundo.