lunes, 18 de septiembre de 2017

El arte del desdoblamiento

Pedro Conde Sturla


      Por otra parte, la figura del santo no existe en la vida real. El verdadero Santo –el enmascarado de plata- es un personaje de las tiras cómicas mejicanas con el cual me di banquete en la infancia –¡vergüenza sea! Nada más falso que el Duarte santo que aparece en un libro de Balaguer: un Duarte edulcorado, casto y abstracto, un Duarte imaginario del cual muchos se burlan con razón. Balaguer inventó un Duarte místico en El Cristo de la libertad, ni más ni menos, y de paso se inventó a sí mismo como proyección de Duarte y de Cristo. ¿Por qué no? Como cortesano, al fin, Balaguer es un mago del desdoblamiento. Si alguna vez declaró que no era hijo de la sangre, pero sí de la estirpe de Trujillo, ahora se puede imaginar depositario del más puro pensamiento libertario y cristiano.


El chivo de Vargas Llosa

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